Reproducción íntegra, a todo color más oro, del ms. fr. 616 de la Bibliotéque nationale de París, con 87 miniaturas, 139 orlas y 127 capitulares.
El Libro de la caza fue, hasta finales del siglo XVI, el “breviario” de los seguidores del arte de la caza o la cinegética. Se trata de un manual de instrucciones para los cazadores, estructurado en siete capítulos enmarcados por un prólogo y un epílogo, que describe en detalle cómo llevar a cabo una cacería. Escrito para los jóvenes aprendices, el texto presenta una enseñanza concisa pero con la vivacidad y el interés propios de a quien le apasiona la temática. Gaston Fébus no se olvida de la importancia de los animales que participan en las monterías, especialmente la de los perros, fieles compañeros de los cazadores. Transmite sus conocimientos acerca de las distintas razas y sus respectivos comportamientos, cómo entrenarlas, cómo darles de comer e incluso cómo tratar sus diversas enfermedades. Resulta patente que la caza, afición por excelencia de cualquier señor de la Edad Media, no es solamente un pasatiempo, sino que conlleva muchas habilidades y cualidades tanto humanas como profesionales.
Pero quedarnos únicamente con su contenido técnico sería obviar la esencia de la obra de Gaston Fébus. En efecto, más allá del ámbito de la caza, este tratado tan personal y original es ante todo una obra propia de su tiempo, un tiempo en que la idea del pecado y del temor a la condenación era omnipresente. Al redactar su obra, Gaston Fébus presenta la caza como un ejercicio de redención que permitiría al cazador el acceso directo al Paraíso. De hecho, la actividad física de quien caza, que requiere de cierta experiencia, es un remedio perfecto para evitar la ociosidad, fuente de todos los males, al tiempo que mantiene la prudencia de cuerpo y mente y evita así toda posibilidad de pecado. Lo que esta obra pone sobre la mesa no es otra cosa que la tragedia de la existencia humana, la búsqueda de la vida eterna después del paso por el mundo terrenal, que es donde nos la ganamos.
Tapas duras con sobrecubierta y estuche. 452 pp. profusamente ilustrado.