El libro se terminó de imprimir el 15 de marzo de 1952, en talleres gráficos Lautaro para la Empresa Editora Austral.  Tiene 462 PP, más un mapa de La Pampa de Tarapacá y un dibujo de M. Lowner.  Las ilustraciones de la obra son de José Venturelli y se basan directamente en su texto. Tiene una dedicatoria firmada por el autor.

Es una novela de un aliento épico conmovedor donde la pampa salitrera resucita con toda la vida de quienes la habitaron, trabajaron y lucharon en ella. Es una obra de valores literarios rotundos.

Este ejemplar fue encuadernado por Mariano Muñoz Hidalgo que escribió la siguiente nota: “Hijo del salitre “es la mejor novela de realismo social chileno, y la encuadernación tematiza su argumento en la decoración.  Guardas de aspecto mineral en papel marmoleado con tonos cobre y tierra, cuero porcino color marrón y folia cobrizada, en la tapa alegoría de llamas destruyendo al héroe, mientras en la contratapa se imprimió un emblema obrero en forma de medallón conmemorativo.  La decoración profusa de ambas tapas contrasta con el lomo limpio y sin adornos y establece un contraste estético entre el dramatismo de los hechos narrados (el genocidio perpetrado por el ejército chileno a comienzos del siglo XX) y la sobriedad de su representación en el volumen”.