Salvo el crepúsculo es el último libro de Cortázar, nacido de una emotiva operación aleatoria sobre lo acumulado durante cuatro décadas: calles de Buenos Aires, habitaciones de París, cuadernos de seda amarilla, delicadas telarañas de mujeres, Eliot y Boshu, Lionel Hampton, Armstrong, pájaros Roc, pameos y meopas; páginas rescatadas de todos los rincones de una vida que su protagonista amó desordenadamente, páginas escritas desde ese sentimiento de participación «que a su vez participa de la tontería y de la ingenuidad con muy alta frecuencia, loadas sean las tres», sin el que Cortázar confiesa que jamás hubiera escrito nada.

Un poema de Basho da título a este libro: «Este
camino / ya nadie lo recorre / salvo el crepúsculo». Un
camino que, evidentemente, no es de dirección única. «Nunca
quise mariposas clavadas en un cartón; busco una ecología
poética, atisbarme y a veces reconocerme desde mundos
diferentes, desde cosas que sólo los poemas no habían
olvidado y me guardaban como viejas fotografías fieles. No
aceptar otro orden que el de las afinidades, otra cronología
que la del corazón, otro horario que el de los encuentros a
deshora, los verdaderos.»

Editorial “Nueva Imagen”. Muy buenas condiciones. 340 pp.